lunes, 30 de noviembre de 2009

Has dedicado esta canción???



¿Has despertado pensando en que las malas noticias llegarán?
Da lo mismo, de igual forma llegaron.
No entiendes nada ¿cierto?
Ni siquiera entiendes cómo cresta pudo pasar esto.
Sólo sabes que todo este tiempo viviste a través de él, de ella...
Y te confundes
y te pierdes
y te preguntas

Who’s gonna save my soul now?
Who’s gonna save my soul now?


¿A caso te hizo sentir importante?
¿Alguien?, ¿Tú?

Y la vergüenza te carcome,
porque te apesta saber que lo que estás viviendo,
se identifica con la letra de una triste canción...
Como esta...
Y la escuchas
Y te perturbas
y te cuestionas

Who’s gonna save my soul now?
Who’s gonna save my soul now?


Y ahora entiendes que lo único que te queda, es el recuerdo
y sientes deseos por saber, si al menos el otro sufrió tanto, más, o igual que tú.
Y te estremeces
y lloras
y odias
y te odias
y vuelves a preguntarte

Who’s gonna save my soul now?
Who’s gonna save my soul now?


Y te sientes muerto
aunque en realidad, estás un poco fuera de control
y te sientes cansado
y lo mejor, es que descanses...

¿has dedicado esta canción?
Yo no
¿y tú?

martes, 24 de noviembre de 2009

Uno de esos días Queer!!!


Hoy es uno de esos días Queer!!!
Un día donde te despiertas y el reloj marca una hora descomunal.
De esos, donde no sabes si el cajero te permitirá un giro más.
Un día donde te encuentras con un ex, ex, ex y te sientes con serías sospechas de tener una que otra mancha de pasta de dientes dando vuelta en tu cara.
De esos, donde el único computador que queda disponible es el más cercano a la oficina de tu editor.
Y te persigues porque crees que te ha contado cada uno de los cigarros que llevas apagando en ese pseudo cenicero o la cantidad de veces que abriste la página principal de Facebook.
De esos donde partiste el día escuchando Mis Missery de Elliot Smith y no sabes por qué cresta terminaste escuchando Norma Ah! Bello A Me Ritorna por María Callas. Bueno, si sabes, pero no deja de ser raro.

martes, 17 de noviembre de 2009

La Leyenda del "Fundo"


La idea siempre fue tomarse una chela a lo más un par de ellas, pero la efervescencia llevó a la euforia y la euforia, a ir por un par más de ellas.
Como la maldita ley impulsada por Zalaquet, ya se hace patente en nuestros bares capitalinos, la caja cerró y las patas de las sillas ya apuntaban hacia el cielo.
Era tarde, pero nunca tan tarde como para seguir bebiendo, conversando y en el mejor de los casos... riendo.
Bigotes que ya sabe de vida santiaguina y también de su noche, se dirigió a un bar de esos que no cierran, pero está vez no fue el caso y con la cortina de metal a medio abrir y uno o dos cuerpos detrás de ella, recibimos un gran ¡¡¡Cerrado!!!
Sin embargo, una pequeña conversación de pasillo, un lobby, nada tan importante en realidad, tuvo como resultado la entrada al local, una Escudo extra helada y dos vasos alrededor.
No recuerdo si aquella vez hablamos de Cortázar, los celos o la próxima película que tendríamos que definir ir a ver. Lo que si recuerdo es que la cerveza se acabó y los vasos se vaciaron. Que era tarde y que Mostachos me acompañaría hasta el más próximo paradero de la avenida.
De ahí viene la parte literaria, esa donde yo me acuerdo de algún, ahora, viejo poema de Benedetti y lo hago parte de una escena real. En esta ocasión, el turno de los versos es recurrente: "Los Formales y el Frío", donde uno de los dos dice: -¿Y por qué no te quedas?-. Y el otro advierte: -No me lo preguntes dos veces-. Entonces el uno de los dos insiste: -Bueno, ¿y por qué no te quedas?-. Entonces el otro se queda. Así que me quedé y como la euforía se posicionaba en el apogeo de su estado, se hizo indispensable ir por una más.
La ruta fue breve e internacional, hablamos de Perú con un peruano, corrimos por el Paseo Bulnes, hablamos de China con un chino y finalmente llegamos a una modesta cantina de la calle San Diego.
Como no quedaban cigarros, Schnurrbart, fue por ellos.
Se trataba de un pequeño local con luz tenue, humo, un par de mesas, un tanto más de sillas y en el viejo wurlitzer, Américo de fondo.
El dueño había sido paco y estuvo a cargo de un escuadrón en Rancagua durante la dictadura (dios salve a la reina!!!). Pero la dialéctica condujo a la educación y un poco más lejos, a la sexta región. Me bastó saber que él entendía lo que era "una linterna con cuatro pilas" para darme cuenta que además de paco, era putero. Y como su pseudo puta lo acompañaba, la conversación concluyó.
En ese instante el gordito gay de la mesa 5 (sólo por ponerle un número) que hace rato venía fastidiando con que le prestáramos fuego, se instaló a conversar con nosotros y de paso invitó al flayte de las paltas a compartir. (Hombre de aspecto dudoso con una bolsa de paltas en la mano. También proveniente de la mesa 5).
La Leyenda como quiso que la llamáramos, sacó su estirada billetera e invitó a una nueva ronda.
La Leyenda es igual al típico maraco, un plagio de Porcel. Gorda/o como un zeppelin y con una entonación similar al sonido que emite un globo de hélio al ser desinflado.
Nos enteramos que era dueño/a de uno de los night club's más populares de Santiago y que por entonces, visitaba a un amigo, que no era maraco, más bien un flyte convertido. De esos que por unas buenas lucas, te trabajan hasta el alma. ¡Pero ojo! No te roban.
El tema es que de aquí empezó toda mi problemática. Creo que nunca antes nadie me había propuesto algo tan irrisorio como esto, donde el conflicto no pasa por la propuesta como tal, sí, en lo que provoca. El punto es que Baffi fue al baño y con buenas señales de sexto sentido me dijo: Cuidado.
Leyenda miró entre medio de mis piernas y me dijo:-Sabías que tú, con tu ángel y cuerpo, tienes un gran fundo-, señalando mi zona G -¿Podrías trabajar para mí? Mucho dinero a un costo que tú decides, aunque tu niña te harías millonaria conmigo. Él no tiene porque saber. Piénsalo-. Alentado/a por el flayte que agregaba cosas que a una mujer insegura le gusta escuchar, mientras de paso me pasaban una tarjeta.
¿Un Fundo? ¿Un fundo entre mis piernas? Nunca me había puesto en tal caso, buena analogía si así lo queremos ver. ¿Quería que fuera puta? Puta!!! Siempre he pensado que todas tenemos un poco de puta en la sangre, pero de ahí a hacerlo mmm... Bastante tentador. YO PUTA.
Yo puta y las imágenes pasaron por mi mente, más que en el estado decadente del cómo las mujeres llegan a serlo, pensé en el wild world , me confundí con el glamour, con el deseo de los hombres. Me perdí en la delicadeza de unas uñas bien pintadas, en la sensualidad del compás que deja un par de tacones, del rojo, el oscuro y lo prohibido.
Nunca me tomé las palabras del gordo/a como una opción, pero el sólo hecho de sentir que la posibilidad estaba tan latente, tan real, me sacudió.
Intenté agradecer la oferta de buena forma, apelé a la naturalidad que a decir verdad nunca llegó. Estaba incómoda con la tarjeta en la mano. Quedé en llamarla y pensarlo. Y la verdad es que pensé, pero no en llamarla, sino en las putas. Recolecté pensamientos y experiencias ajenas. Pasé por la admiración que se tiene a esta clase, al por qué los hombres se cagan a sus esposas con travestis que a decir verdad, se ven más bellas que muchas, en el "I'm sex" de Lovage y en la escena cabaretera donde una bailarina se acerca a un supuesto macho y deja que éste le agarré un par de pechos rellenos con silicona de 200 centímetros cúbicos. Donde ella en realidad mira al vacío, a la ausencia, mientras él se jacta de su dominio de macho con un whisky en la mano y entre los dedos uno que otro cigarro. Donde visiblemente en ella no hay placer y en él, el humillante olvido de que por un par de tetas tuvo que pagar.
El otro día mientras caminaba por la calle Merced , vi a una vieja pidiendo plata, hedionda a mierda y disfrazada de puta. Creo que por ahora no llamaré.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Testamento



Puedo dar por herencia mis libros,
las sonrisas que ya dejé,
las pocas o muchas lágrimas que algunos vieron,
las estrellas que miré.

Pueden heredar la cama de tres plazas,
y la pieza de aquel teclado que alguna vez heredé.
caracoles y libélulas o una buena canción en francés.

Puedo dar por herencia el pañuelo blanco de mi mujer,
la armónica que toqué a ratos,
y mis discos piratas también.

Pueden quedarse con todo lo que tengo o lo que me falta por tener
pañuelos,flores secas,zapatos, perfumes
y esmaltes color rosé.
Fotografías, espejos, lentes
y el bigote de aquel hombre inglés.

Pero por otro lado, no puedo dejarles mi vida de miedos e imaginerías
mis sueños de noches rotas, temblando con sus teorías.

Y por el mismo otro lado les dejo la vida mía sin mi vida,
recuerdos, imágenes, risas
caballos de tierra y caricias

También estoy dispuesta a dejar mis caballos de mar
y mi visa
Mariposas de colores,
salvo aquella azul que me acompaña en esta no vida.




Cuek